Si te gusta el mago más famoso del mundo, tú también estás de suerte. La saga continúa. El 28 de septiembre se publicará el nuevo libro Harry Potter y el legado maldito. Suhistoria se basa en una obra de teatro que se estrenó en Londres durante el mes de julio. Ahora, el protagonista es el mago de Gryffindor. Para preparar tan mágico acontecimiento, hemos hecho una selección de los patrones de punto más lalanaluneros inspirados en la saga. ¡Bienvenida a la Harry Potter Knitting mania!
Los libros y las películas de Harry Potter y sus compañeros de aventuras han inspirado estupendos patrones. Nos van como anillo al dedo para empezar a tejer accesorios de otoño y convertir las agujas en una varita mágica: desde unos calcetines hasta una manta.
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Estos calcetines nos recuerdan a Hermione Granger, la compañera inseparable de Harry. Erica Luedes ha diseñado el patrón pensando en el carácter del personaje y en su día a día en Hogwarts. Son tan lalanaluneros, que las instrucciones están traducidas a diferentes idiomas.
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Harry Potter siempre lleva su característica bufanda de rayas. Para que puedas tejerte una igualita, aquí tienes el patrón. Cuando la lleves, te sentirás como una aprendiz de mago en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Ya sabes, «Draco dormiens nunquam titillandus».
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El vestuario de las películas de la saga es otro de los fetiches de las tejedoras. Este patrón está inspirado en el gorro de Hermione en Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte I. En la escena, la pareja visita el Valle de Godric. No haremos de spoilers, pero tiene un punto tan invernal que dan ganas de ponerse a tejer a toda lana.
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Una manta muy cálida para leer a gusto la última novela o pasarse la tarde tejiendo mientras vemos la serie de películas completa. El patrón es una reproducción de la colcha que aparece en la habitación de Ron Weasley en la Torre de Gryffindor, en Harry Potter y el prisionero de Azkaban, Harry Potter y el cáliz del Fuego y Harry Potter y la Orden del Fénix.
Si aún te quedan ganas de seguir tejiendo en el mundo mágico, visita Ravelry. Es la estación King’s Cross de las Lalanalús. No llevamos maletas ni varitas, nos reconocerás por nuestra bolsa de labores, las agujas y los ganchillos. Y ya conoces nuestro famoso hechizo: Haz lo que te dé la lana.
Estrenamos nueva sección en el blog: diseñadores lalanaluneros de Ravelry. Existen tejedores con un don especial para crear patrones de punto. Son tan generosos que comparten sus creaciones en nuestra red social favorita. Empezamos con Kate Davies, también conocida como @wazz en Ravelry. Sus diseños nos hacen viajar a otra época, mezclan tradición y modernidad. No nos perdemos ni uno de sus patrones.
Kate Davies busca inspiración, influenciada por el lugar donde actualmente vive, en el tejido tradicional escocés. En muchos de sus patrones utiliza el Fair Isle. Esta técnica permite crear dibujos complicados a punto de media. Su nombre procede de la isla de Fair, reconocida a nivel internacional por la calidad de sus tejidos artesanales. Tradicionalmente, sus habitantes realizaban jerséis de lana con un punto muy compacto perfecto para las duras condiciones climatológicas de la isla. Sus prendas eran casi impermeables y protegían tanto a campesinos como a pescadores de la lluvia, las nevadas y las ventiscas. Como es habitual en Escocia, cada familia tenía un patrón característico y podía reconocerse por sus prendas de punto. Los dibujos de cada tejedora eran como su firma. Ojalá algún día podamos crear uno para identificar a las Lalanalús. De momento, seguiremos punto por punto las creaciones de Kate Davies.
En febrero, cuando visitamos la feria Edimburgh Yarn Festival, tuvimos la suerte de conocerla en persona y apreciar sus increíbles diseños. Fue un puntazo. Por eso, te recomendamos que la sigas en Ravelry (@wazz) y, si puedes, consigas alguno de sus libros. Hasta el momento, ha publicado tres y todos merecen la pena: Colours of Shetland (2012), Yokes (2014) y The Book of Haps (2016).
Esperamos que los diseños Kate Davies te entusiasmen tanto como a nosotras. Son inspiración 100% lalanalunera.
Con el comienzo del otoño, damos la bienvenida a Pontelana. Esta marca de lanas de proximidad acaba de llegar a nuestra tienda-taller. Si vienes a visitarnos, podrás ver y tocar estas madejas tan lalanaluneras, hiladas y teñidas a mano. Son gorditas, suaves, esponjosas y 100 % naturales. Para conocer el proceso de primera mano, hemos invitado a Eugenia de Pontelana a Lalanalú para que dé un monográfico de hilado manual con huso. Pero no adelantemos acontecimientos, te lo explicaremos dentro de unas líneas. Ahora, vamos a contarte una historia de amor a primera vista de lana.
Hace un tiempo, Eugenia vino a visitarnos y nos trajo una muestra de su trabajo. Sus madejas nos cautivaron por su suavidad y también por sus increíbles colores. Fue un flechazo. Ese día, Eugenia también nos contó sus inicios, tienen mucha lana.
Era una tejedora y una apasionada de los hilos como nosotras. Hasta que un día encontró un tutorial en Internet. A partir de ese momento, aprendió a hilar en casa de forma autodidacta. Poco a poco, descubrió los procesos de los tintes naturales y empezó a experimentar entre ollas y fogones. Con el tiempo, esta hilandera decidió crear su propia marca y la llamó Pontelana. Ahora, hila que hila con su rueca y tiñe sus lanas experimentando con colorantes alimentarios como la piel de cebolla y flores como la manzanilla o el palo campeche. Puro I+D lalanalunero.
Además de vender sus propias lanas, Eugenia también imparte talleres. El sábado 1 de octubre, de 17 a 20 h, ofrecerá en Lalanalú un monográfico de hilado manual con huso. Traerá su rueca y nos mostrará cómo hilar mecha a mecha. Por sólo 55 euros, podrás vivir la experiencia de una clase de 3 horas. Te proporcionaremos 100 g de mecha de lana y un huso de madera para hilar en casa. Puedes reservar tu plaza online y celebrar con nosotras el inicio de la temporada de lanas. No te despistes, las plazas son limitadas.
Ya han empezado a llegar hilos nuevos a Lalanalú. Esta temporada, nos hemos entusiasmado con las mezclas de lana con otras fibras naturales. Nos estrenamos con Selba y Colori de BC Garn, la marca de hilos danesa conocida por su calidad y gran variedad de colores. También tenemos lanas de proximidad de Pontelana, de venta en exclusiva en nuestra tienda-taller. Vamos a contarte cómo son para que tú también vayas preparando tu bolsa de labores. Este otoño, ¡tejeremos a toda lana!
Empezamos por Selba, 100% biológico, hilado y teñido de manera sostenible. Por su composición, 50% algodón y 50% lana biológicos, este hilo es perfecto para tejer jerséis de entretiempo y prendas para los peques. Es hipoalergénico, muy suave al tacto. Permite que la piel transpire. Su gama de colores es de lo más tremenda, para que elijas el que te dé la lana. Es difícil decidirse solo por uno, avisada quedas.
También hemos recibido las madejas de Colori. Es un hilo para sibaritas con una composición muy lalanalunera: 55% de lana, 25% de lino y 20% de seda Mulberry. Su mezcla compleja hace que parezca algo rústico al tacto. Una vez tejido, el punto toma mayor definición. Es el hilo perfecto para las chaladas de los chales y para tejer a tutti colori prendas de abrigo como fulares y chaquetas.
Si estás pensando en labores para el invierno, en nuestra tienda-taller también encontrarás lanas de Pontelana, producción local 100%. Cada madeja está hilada con rueca y teñida con tintes naturales, desde cochinilla y manzanilla pasando por la cebolla o flores silvestres como la retama. Una exquisitez para las muy lalanaluneras.
Continuaremos con nuestra misión de woolhunters para traerte los mejores hilos para tus proyectos de temporada. Mientras tanto, ya estamos pensando en nuevos patrones. ¡Manos a la obra y a toda lana!
Poco a poco, hemos vuelto a la rutina lalanalunera. En la tienda-taller, ya hemos comenzado con los cursos para adultos y lo tenemos todo a punto para empezar las clases para peques. Estos días, mientras preparo las actividades, me acuerdo a menudo de mi abuela Fuensanta. Creo que tengo suerte por haber aprendido de una gran maestra. Todo lo que me enseñó ahora forma parte de mi forma de vida. Pensando en ella y en las tardes que pasé a su lado aprendiendo a tejer, he preparado unos consejos lalanaluneros para los peques.
Muchas veces me preguntan cuándo y cómo aprendí a tejer. No sabría decir el día ni mi edad exacta. Debía de tener alrededor de 5 o 6 años. Ya de pequeña sentía predilección por los hilos, las telas y las lanas. Uno de los grandes recuerdos que conservo de mi infancia es estar sentada junto a mi abuela y mi hermana en una salita, cosiendo, tejiendo y bordando. Hacer labores me resultó muy útil. No sólo para desarrollar la destreza de mis manos, también alimentó mi creatividad y hasta reforzó mi autoestima. Por eso, me encanta enseñar a los peques y me gustaría que tú también pudieras vivir esta experiencia con los tuyos. Con estos consejos lalanaluneros y un poco de paciencia, seguro que lo conseguirás.
1- Utiliza agujas o ganchillos de números grandes. Mi abuela me enseñó a tejer con perlé blanco y un ganchillo diminuto. Me costó mucho aprender. Reconozco que, a ratos, era muy frustrante. Con un ganchillo o unas agujas a partir del 5, facilitarás la labor a los más pequeños y podrán disfrutar del aprendizaje desde el primer punto.
2- Elige el hilo adecuado. El trapillo es perfecto, siempre que no sea muy duro o elástico. No se abre y es grueso. Además permite hacer proyectos rápidos y ver enseguida los resultados. También sirven las lanas tipo mecha, un poco fieltradas. Tampoco se abren y son muy fáciles de manejar.
3- Piensa en proyectos rápidos y motivadores. Si la primera vez que tejen algo de punto de media pueden ver el resultado el mismo día, tendrán más ganas de seguir aprendiendo. Si aumentas la dificultad de los proyectos y su duración gradualmente, ni se enterarán.
4- Busca fuentes de inspiración. Es importante que los peques lean libros y consulten revistas para inspirarse y puedan marcarse retos adecuados a sus capacidades. Ver proyectos que les apetezca tejer en un futuro, dará alas a tu imaginación y les hará ir un punto más allá.
5- Recuerda que lo más importante no son los resultados, sino divertirse y pasar el rato compartiendo una afición lalanalunera. Tejer en compañía es muy gratificante y crea un ambiente único, así que disfruta de cada punto del camino.
Espero que estos truquillos te ayuden a compartir tu pasión por la lana con los peques y que esas tardes juntos también se conviertan en un recuerdo inolvidable para ellos.
En manos de este creador, la técnica del crochet se convierte en arte lalanalunero del bueno. Nathan Vincent hila muy fino. Con un ganchillo, realiza instalaciones de gran formato y consigue que la realidad sea subversiva. Este escultor teje objetos o escenarios asociados tradicionalmente al mundo masculino para cuestionar los estereotipos de género. No los infantiliza ni los feminiza, les da un doble sentido. Cada pieza es un manifiesto de ganchillo.
En su obra, un puño americano deja de ser una amenaza física para traer al hilo reflexiones sobre la violencia. Forra de ganchillo un vestuario de chicos rebosante de testosterona para hablar de roles en los espacios públicos y privados. Con un ganchillo como medio y bajo el título «Don’t make me count to three!» (¡No me hagas contar hasta tres!) transforma unos explosivos en yarn bombs. Así lanza cargas de profundidad que no dejan indiferente a nadie.
Uno de sus últimos trabajos, «Let’s Play War!» (¡Juguemos a la guerra!), es una instalación de 60 soldaditos, del tamaño de un niño, tejidos a ganchillo. Las figuras van cambiando de posición para interactuar con el público. Su objetivo es hacer reflexionar al espectador sobre la educación en la violencia a través de los juguetes.
Nathan Vincent empezó tejiendo 10 granny squares y ahora envuelve el mundo de ganchillo para cambiar lo que no le gusta. Hace lo que le da la lana, su obra es todo un manifiesto.
En Lalanalú tenemos las agujas a punto para la nueva temporada lalanalunera. Ya sabes, regresar es siempre como la vuelta al cole. ¿Te acuerdas de la emoción de forrar los libros? ¿Del olor de los lápices nuevos? Me gustaba tanto como ahora estrenar hilos. Ese aroma de madera, grafito y goma me trae muy buenos recuerdos de mi niñez. Por eso, esta vez me he dejado llevar por la nostalgia para el LalanaLook mensual.
En septiembre, vuelven las clases a la tienda-taller. Para calentar agujas y ganchillos, he preparado un recopilatorio de patrones en forma de lápiz. Ravelry es una mina. He seleccionado unos cuantos proyectos para que elijas el que te dé la lana.
El primero es un estuche de ganchillo muy lalanalunero. Si eres más de tejer bufandas y calcetines, prepárate para sacar punta al lápiz. Y si no quieres perder el hilo, lo mejor es un un punto de libro. Acuérdate de que vale más lápiz corto que memoria larga. Para que nadie se quede sin estrenar, un muñeco para decorar tu estudio o para regalar. Con este LalanaLook, tú también le darás la bienvenida al curso lalanalunero. Podrás tejer tu propia colección de lapiceros, como seguro que te decían cuando eras pequeña: despacito y con buena letra.
Por aquí ya estamos de vacaciones, cada loca con su lana. Mientras tanto la tienda online seguirá abierta para no perder el hilo. Además hemos preparado nuevos kits para que no padezcas el Síndrome de Abstinencia Tejeril (SAT). Y si haces tus pedidos del 12 al 15 de agosto, los gastos de envío son gratis*. ¡Vamos que nos vamos!
Empezamos nuestro tour lalanalunero con el kit de supervivencia. Son botiquines tejeriles con los accesorios imprescindibles para llevar siempre contigo y tejer estés dónde estés.
Kit de supervivencia lalanalunero por 14,55 €, para tejer a todo ganchillo
En una bolsa de labores Lalanalú, 100 % algodón, serigrafiada con nuestro lema «Haz lo que te dé la lana», encontrarás: 6 marcapuntos, un cuentavueltas y un mini kit de costura de zorrito para los acabados. Es ideal para pasar del punto seguido al punto y final y terminar proyectos.
Kit Molla Mills por 32,65€, para leer y hacer ganchillo en vacaciones
Si el ganchillo te mola mil, te recomendamos Crochet Moderno. En este libro encontrarás más de 15 proyectos de Molla Mills, explicados paso a paso, para tejer accesorios y objetos para el hogar. El kit incluye 6 marcapuntos, un ganchillo 10 mm de Trendz o Waves de Knit Pro y una tote bag Lalanalú serigrafiada a mano para que no pierdas el punto.
Kit porta agujas de 39,90 € a 52,55 €, para las damas de las agujas
Con los estuches hechos a mano de Sarasak tus agujas rectas estarán protegidas y ordenadas durante todo el verano. Elige el modelo que más te guste (estampado de flores, letras o arabescos) y las agujas Dama de la medida te dé la lana. Son de aluminio, muy ligeras y agradables para tejer. Todo lo que necesitas para acortar distancias en proyectos largos.
Kit Yarn Addict por 54,40€, para proclamar tu amor a los hilos
Decora tu hogar con un yarn bowl (bol de tejer) de cerámica en forma de ovillo diseñado por Krasznai, acompaña tus sesiones tejeriles con una taza estampada con el lema “I Am a Yarnaholic” de Ovejita Be! y pasea tus proyectos en una bolsa de labores Lalanalú, 100% algodón y serigrafiada con nuestro lema “Haz lo que te dé la lana” en color azul o rojo. Tu romance de verano en un kit.
Te deseamos unas vacaciones muy lalanaluneras. Y si ya estás de vuelta, esperamos que disfrutes tejiendo con los kits del verano.
¡Nos vemos el 22 de agosto en la tienda-taller!
* Promoción válida sólo para pedidos en la península Ibérica
Digan lo que digan, tejer no es el nuevo yoga. Pasarse de vueltas o hacerlo en una mala postura puede tener consecuencias. De hecho, las contracturas musculares son muy habituales entre tejedoras, sobre todo las compulsivas. Por eso nosotras practicamos yoga con Julia Zattacada semana. Los estiramientos nos ayudan a aliviar tensiones acumuladas y a prevenir futuras lesiones.
Quizá pienses que estamos exagerando. Pero seguro que te suenan algunas de estas situaciones: te empeñas en terminar tu labor, no puedes dejarla y tejes unas cuantas vueltas de más. Sin darte cuenta, tensionas los dedos para coger el hilo, contraes los hombros para que el punto no se te escape y haces demasiada fuerza al sostener las agujas o el ganchillo. Al terminar tu sesión tejeril, tienes el cuello agarrotado, los brazos doloridos, te duele la espalda y se te duermen los dedos. Ahí está el punto que hoy vamos a tocar.
Como pensamos que más vale prevenir que curar, hemos pedido ayuda a Julia Zatta. Además de ser nuestra gurú lalanalunera, también es terapeuta de Rolfing y da cursos online de Anatomía aplicada para profesores de yoga. Julia es una enciclopedia andante del cuerpo humano. Por eso nos ha preparado una tabla de estiramientos lalanaluneros para tejer sin dolor.
Recomendaciones para la práctica, por Julia:
Los ejercicios que propongo a continuación son una serie de estiramientos que movilizan los músculos que más se cargan de tensión al estar tejiendo ininterrumpidamente durante mucho tiempo. Es una secuencia que se centra sobre todo en los músculos del cuello, los brazos y las muñecas, que son las partes del cuerpo que se resienten con más frecuencia. Espero que os animéis a probarlos y, si os gustan, a repetirlos a diario.
Durante los ejercicios presta atención a la respiración e intenta moverte con ella. Cuando estamos en posición sentada, respiramos de forma superficial y, a veces, incluso dejamos de respirar aguantamos la respiración. Por esta razón es tan importante que al hacer los estiramientos volvamos a una respiración pausada y regular.
Verás que recomiendo hacer unas tres repeticiones por cada ejercicio, pero si notas que hay alguno con el que te sientes especialmente bien lo puedes repetir cuantas veces quieras. También es posible que un lado de tu cuerpo esté más agarrotado que el otro, en cuyo caso no está de más repetir el ejercicio en el lado afectado. Escucha a tu cuerpo y actúa conforme a lo que sientas.
Ejercicio 1 – Movilización cervical
El propósito de este ejercicio es el de movilizar los músculos del cuello que a veces se quedan tensos y doloridos después de haber estado horas tricotando con la mirada fija hacia abajo.
Separa los pies a una distancia equivalente al ancho de tus caderas y siente el contacto con la tierra. Mientras realizas una inhalación, siéntete crecer desde los pies hacia la coronilla. Exhala y, manteniendo la cabeza alineada sobre el eje vertical, gira tu rostro lentamente hacia la derecha, sin forzar el rango de movimiento natural del cuello. Inhala y vuelve al centro. Exhala y gira hacia el otro lado. Inhala y vuelve al centro. Repite esta secuencia de movimientos tres veces siguiendo el ritmo de tu respiración.
Ejercicio 2 – Movilización cervical con el brazo elevado
Eva y Kiara me explicaron que tejer requiere mucha concentración y destreza, por lo que, sostener las agujas durante largos ratos, deriva en tensión muscular. Este ejercicio es una variación del anterior y tiene como objetivo estirar los músculos de los brazos, del pecho y de los hombros después de una intensa sesión de tejido. Si llevas mucho tiempo sentada te recomiendo que te pongas de pie y así aproveches para estirar las piernas también.
Separa los pies a una distancia equivalente al ancho de tu cadera. Eleva el brazo derecho y apoya la mano detrás de la cabeza. Tómate un momento para bajar el hombro. Con una inhalación haz que todo tu cuerpo se haga más alto. Al compás de tu exhalación, gira la cara hacia la izquierda mientras mantienes el codo derecho abierto. Inhala y vuelve lentamente hacia el centro. Haz tres repeticiones en cada lado.
Ejercicio 3 – Torsión espinal sentada
Las torsiones ejecutadas estando sentada ofrecen una manera suave de trabajar los músculos que afectan a las cervicales, los hombros y el pecho.
Siéntate en un taburete (o en una silla) con los pies apoyados en el suelo separados a la anchura de las caderas. Inhala y alarga la columna hacia el techo. Exhala y gira la cara y el pecho hacia la derecha. Apoya una mano en la rodilla y la otra en el asiento del taburete y ayúdate para hacer la torsión de la columna. Baja los hombros alejándolos de las orejas. Mantén esta posición durante unas 3-5 respiraciones. Para salir, inhala y vuelve al centro. Repite la torsión en el otro lado.
Ejercicio 4 – El perro boca abajo
El perro boca abajo es una postura clave del hatha yoga. Este ejercicio va súper bien para las tejedoras porque estira muchas partes del cuerpo a la vez. Esta postura es fantástica después de haber estado un tiempo sentada porque tiene efectos beneficiosos sobre todos los músculos de la espalda. También ayuda a descargar tensiones acumuladas en brazos y hombros.
Ejecuta el estiramiento apoyándote en el respaldo de una silla (o en una mesa). Si eres poco flexible dobla un pelín las rodillas para así liberar la espalda baja. Mantén el estiramiento durante unas tres respiraciones, después descansa y repite. Enjoy!
Ejercicio 5 – Para las muñecas
1- Cierra la mano en puño con los pulgares hacia dentro. Gira la muñeca de modo que la base de los pulgares esté hacia arriba y estira al mismo tiempo las bases de los pulgares hacia abajo hasta que notes una sensación de estiramiento en los músculos del pulgar. Mantén esta posición durante unas 2-3 respiraciones, después sacude las manos vigorosamente. Repite la secuencia entera tres veces.
2- Siéntate hacia la pared y apoya las manos en la misma de manera que la cara interna de las muñecas esté mirando hacia arriba y los dedos de las manos apunten al suelo. Presiona ligeramente las yemas de las manos contra la pared hasta que notes una sensación de estiramiento en los músculos flexores del antebrazo. Acuérdate de relajar los hombros hacia abajo. Mantén el estiramiento durante unas 3-5 respiraciones. Después sacude las muñecas.
Espero que te hayan gustado los ejercicios y que los uses en tu día a día. Aprovecho para contarte que a partir de septiembre tengo unas plazas disponibles en mis clases de yoga en el Centre Cos. Puedes reservar tu plaza por email o whatsapp.
Con estos estiramientos tan lalanaluneros seguro que tejerás mejor y disfrutarás de tu amor a la lana sin pasarte de vueltas.
La pasada primavera, Mariló Hernandez (Trikoarte) repartió mucha lana en Barcelona. Hace tiempo que Trikoarte practica el urban knitting, vistiendo calles y plazas con hilos de colores. Quizá no te suene su nombre. Pero es muy probable que te hayas topado alguna vez con sus intervenciones lalanaluneras.Trikoarte vive en Bilbao. Pero hace unos meses hizo una residencia artística en Barcelona para desarrollar el proyecto »Street Flower». Tejió 73 flores de ganchillo: una por cada barrio de la ciudad. Luego se dedicó a adornar bancos, paredes, tuberías y papeleras con ellas.
Tomó fotografías de cada acción ganchillera y creó el mapa de su recorrido de flor en flor. No sabemos cuántas de sus creaciones aún siguen en pie. Pero si, por casualidad, te encuentras una flor de ganchillo en tu barrio, no dudes en llevártela a casa o regalarla. El éxito del proyecto consiste en que las flores tengan vida propia. Así que haz con ellas lo que te dé la lana.
Mariló vino a visitarnos y nos inspiró para tejer una selva en Lalanalú. Nuestro afán tejeril continúa y ya nos hemos puesto manos al ganchillo para tejer nuestro vergel lalanalunero particular. El punto de partida es decorar con plantas y flores la tienda-taller. Pero ya se sabe, la vegetación necesita espacio y siempre termina por abrirse paso y encontrar su propio camino. La naturaleza es sabia, aunque sea de ganchillo.